Calvapilosa kroegeri

Calvapilosa es un fósil semejante a una babosa de 480 millones de años que arroja luz sobre la evolución de los moluscos.

Una de las características definitorias de los moluscos es la posesión de una rádula, que es estructura bucal formada por una cinta que se mueve hacia adelante y hacia atrás. En esta cinta encontramos varias filas de dientes pequeños que sirven para  raspar los alimentos. Aunque no todos los moluscos tienen rádula, no se puede encontrar una rádula en ningún otro grupo de animales.

Los moluscos están entre los primeros animales identificables en el registro fósil, sin embargo determinar cuál era su antepasado era difícil. El reciente descubrimiento de una nueva especie de molusco en la región de Anti-Atlas en Marruecos ha permitido a los paleontólogos revisar este problema y deducir la aparición del antepasado de todos los moluscos.

Se piensa que Calvapilosa kroegeri se asemeja a una babosa cubierta de espinas cortas por toda la parte superior del cuerpo y con una gran 'concha de uña' sobre su cabeza. La cabeza de esta especie presenta una rádula, esto significa que Calvapilosa kroegeri es un molusco.

Tras un análisis para determinar el árbol genealógico de los moluscos, Calvapilosa kroegeri se reveló como el miembro más primitivo del linaje que conduce a los chitones. Este género todavía se puede encontrar hoy y se caracteriza por la posesión de una concha formada por ocho placas  y espinas alrededor de su borde, similar a lo que se ve cubriendo el cuerpo de Calvapilosa. Si remontamos la evolución de los chitones, podemos ver que el número de sus placas ha aumentado con el tiempo, por lo que es probable que el antepasado de todos los moluscos fuera de una sola concha  y cubierto de espinas, no diferente a Calvapilosa kroegeri.

Los yacimientos de Fezouata, cerca de la ciudad marroquí de Zagora, están proporcionando un riquísimo muestrario de una fauna similar, aunque posterior en el tiempo, a la famosa de Burgess Shale (Canadá). Hablamos de fósiles de entre 480 y 472 millones de años. La edad indica que las comunidades del tipo de Burgess Shale no se restringieron, como se creía, a las primeras etapas del Cámbrico para luego desaparecer súbitamente, sino que pervivieron mucho más tiempo, convivieron con la fauna posterior y serían el tipo de fauna normal de las profundidades marinas en todo el planeta. Entonces Marruecos era un océano y estaba sobre el polo Sur.